Relaciones públicas y la difusión periodística
Las relaciones públicas y el periodismo forman parte del engranaje que representa la comunicación social.
Ambas son un complemento que, manejado de manera asertiva, redundará siempre a favor del receptor de los mensajes.
Esta relación debe mantener en todo momento un equilibrio donde las relaciones públicas provean información que el periodismo pueda enriquecer para divulgar y ofrecer puntos de vista de mayor contenido.
Con el pasar de los años el profesionalismo de las relaciones públicas marcha a pasos agigantados, que se pueden palpar en el tipo de información cada vez más valiosa que ofrece, tanto del sector público como privado.
A nivel empresarial, por ejemplo, las relaciones públicas recopilan, analiza y propaga informaciones de interés general, ya sea de un producto o de un servicio, datos que luego son difundidos utilizando el vehículo idóneo para llegar al público meta: el periodismo.
Ambas ciencias de la comunicación social tienen como objetivos ofrecer información veraz y efectiva, propósitos que se deben mantener, ya que de lo contrario se rompe el equilibrio informativo, en detrimento del público receptor del mensaje.
La labor de las relaciones públicas siempre ha sido acuciosa, a tal grado que por décadas las redacciones de los medios de comunicación fueron sitios de visita obligada para los relacionistas públicos, quienes hacían lobby, o cabildeo, para tratar de publicar sus informaciones.
Con el advenimiento de la tecnología esta situación presencial ha cambiado, sobre todo porque el periodismo se ha visto en la necesidad de recurrir a las relaciones públicas para obtener información creíble, de primera mano, que refuerce el trabajo informativo.
Cada vez más las relaciones públicas generan informaciones de gran valía que mediante la difusión periodística redundan en beneficio de la comunidad a la cual sirven.