La pandemia del Covid-19 cambió al mundo. Sus huellas aún continúan afectando a la humanidad, aunque en menor escala, lo que ha permitido volver casi a la normalidad de las actividades productivas.

Durante el desarrollo de la pandemia, los eventos masivos, puntales para el trabajo de las relaciones públicas, tuvieron una paralización de cerca de 2 años, debido a las restricciones que se tomaron para tratar de evitar la propagación del agresivo virus.
No obstante, eso no paralizó la actividad. En su defecto, se impuso la inventiva, la iniciativa que dio como surgimiento la aparición de los eventos híbridos, aquellos en que la tecnología jugó un papel de suma importancia para mantener el ritmo, el dinamismo que día a día imprimen las relaciones públicas en la sociedad a la cual sirve.

Estos eventos se hacían de manera virtual, convocando a los interesados en un tema específico, logrando una participación masiva, lo que permitió que el mensaje llegara de manera oportuna, como una prueba palpable de que las relaciones públicas estaban más activas que nunca.

Y así continúa esta ciencia de la comunicación corporativa, no dando tregua, pese a que la normalidad parece haber regresado, aunque aún los eventos híbridos están presentes, pues es una forma de cercanía comprobada, que facilita la labor de comunicar.
La pandemia trajo un reenfoque de la comunicación y las relaciones públicas no escaparon a ella. El ser gregario del hombre se pausó, encontró otras maneras, otras formas de comunicarse, de estar presente, de ofrecerle y garantizarle a los clientes que sus mensajes, que el servicio que ofrecen a la comunidad a la cual sirven estará siempre allí, en la opinión pública, en su público meta.

En RUA Porter Novelli estamos al tanto de los cambios que diariamente ocurren en la comunicación corporativa, por lo que estamos preparados con el equipo y el personal debidamente capacitado para desarrollar programas hechos a la medida de cada empresa y en la situación que se presente.